EL VALOR TERAPÉUTICO
DE LOS CUENTOS INFANTILES
Lic. Mariela Cerioni
Los
chicos comprenden, saben mucho más de lo que los adultos desean creer. Los
chicos esperan que los adultos encontremos las palabras adecuadas para charlar
sobre "esos" temas incómodos, pero necesarios. Muchos padres no
pueden hacerlo. No saben cómo. No encuentran las palabras.
Pero la literatura —que es la sacerdotisa de las palabras— puede atreverse a transitar por esos caminos tenebrosos y también por los de la estética, la belleza descriptiva, el placer, el juego y la diversión.
Pero la literatura —que es la sacerdotisa de las palabras— puede atreverse a transitar por esos caminos tenebrosos y también por los de la estética, la belleza descriptiva, el placer, el juego y la diversión.
Julia Chaktoura (1)
Los cuentos
infantiles encierran un tesoro de riquezas para explotar desde el ámbito de la
educación y la salud. Hadas, príncipes y princesas, brujas, lobos, ogros,
dragones, héroes, villanos… personajes reales y del mundo de la fantasía nos
brindan un puente para llegar a los sentimientos de los chicos.
La literatura infantil no sólo me interesa
como profesional que trabaja con niños. Desde muy chica relatos y libros de
cuentos siempre me resultaron atractivos. Hace unos años empecé a rescatar su valor
usándolos para dar “Rienda Suelta a la imaginación”(2) de los niños.
El objetivo principal: utilizar los cuentos infantiles como un recurso
que los ayude a situarse en sus momentos críticos del crecimiento y su relación
con el mundo.
LOS CUENTOS,
EL ARTE, LO TERAPEÚTICO
Bruno
Bettelheim atribuye a los cuentos (especialmente a los de hadas) la cualidad de
ser terapéuticos. El niño encuentra soluciones, mediante la contemplación de lo
que la historia parece aludir sobre él mismo y sus conflictos internos.
Normalmente, dice el autor, el contenido de la historia que le atrae al niño,
no tiene nada que ver con su vida externa, pero sí con sus problemas internos.
“Eso también me pasa a mí” es lo que siente el niño al escuchar los relatos.
“El
espacio del arte, en particular, el de las historias desarrolladas en los
cuentos, ofrece un universo de posibilidades para la manifestación y resolución
de conflictos a través de la orientación del adulto, aportando además al niño,
elementos de potente caudal estético. Cada tipo de cuento, con sus
características propias, brinda elementos que resuenan en cada niño,
permitiéndole elaborar a través de actividades y juegos, aspectos críticos de
su crecimiento en su relación con los otros y con el mundo”. Andrea Rur
Desde esta
fundamentación, los cuentos infantiles nos permiten abordar temáticas referidas
al origen de la vida, la muerte, el destino, el amor, el miedo, los monstruos,
la amistad, la solidaridad, el cuidado de la naturaleza y el medio ambiente,
aventurarse y viajar a través del mundo y reír mediante lo absurdo que nos
traen algunos cuentos. Estas temáticas encierran los conflictos típicos y
universales de la infancia: la separación con
los objetos de amor (el destete, el control de esfínteres, la marcha, el
ingreso a la escolaridad), la distancia y ausencia de la madre, la problemática
edípica, la castración… La palabra es un puente que posibilita vivir la experiencia
del crecimiento y sus obstáculos en un ámbito diferente al de la realidad
cotidiana. Los cuentos estimulan la fantasía y cumplen una función terapéutica
porque en sus argumentos tocan sentimientos y pensamientos de los chicos.
“El niño pequeño necesita la oportunidad de
comprenderse a sí mismo en este mundo complejo con el que tiene que aprender a
enfrentarse… necesita una educación moral que le transmita, sutilmente, las
ventajas de una conducta moral, no a través de los conceptos éticos abstractos,
sino mediante lo que parece correcto y
(…) lleno de significado”. Este significado el niño lo puede encontrar en los
cuentos. (Betelheim, B.)
LOS CUENTOS… UN ENCUENTRO ENTRE ADULTOS Y
CHICOS
“El arte es una creación por excelencia, es la
creación de otra realidad”
Ernesto Sábato(3)
Los cuentos como el juego, forman parte del
mundo de los niños. Así como cuando compartimos en muchas ocasiones los juegos
propuestos por ellos, asumiendo roles ficticios, que le generan gran satisfacción (que a veces
nos asignan y otras les proponemos), la lectura de cuentos lleva a una
situación similar. Leer cuentos a niños
pequeños produce un encuentro entre grandes y chicos, padres e hijos, y es una
experiencia realmente agradable cuando el niño percibe que el disfrute del
adulto es proporcional al suyo. En los adultos la lectura de cuentos no solo es
satisfactoria porque nos permite encontrarnos con los hijos sino también porque
favorecen que tengamos algunos recuerdos de nuestra propia infancia, los que
ayudan a la comprensión de las conflictivas de los hijos.
El encuentro en la lectura lleva a que ambos,
adulto y niño, se sumerjan en una pequeña historia, en donde también la
narración del relato, favorece muchas veces la identificación con los
personajes (a través de las voces, las expresiones, las posturas, los gestos)
con lo que se le puede dar un tinte de realidad a la fantasía, tal como en el
juego se asumen características de los personajes que “se juegan”.
Cuando el niño escucha un cuento, las palabras,
al tener más de un sentido, pueden resonar en cada uno con una significación
diferente. Contar historias a los chicos
les permite fantasear y crear, teniendo estas dos últimas una raíz común: los
deseos y los impulsos. Por lo tanto posibilitando la creatividad y el fantaseo
le tendemos un puente al niño para encauzar sus conflictos y deseos, atemperar
sus angustias e insatisfacción. ¿Será por esto que los niños solicitan que se
les lea una y otra vez el mismo cuento... además con la necesidad de que no se
altere la lectura de los textos?… Parece que el relato transmite algún mensaje
importante al lector. Un mensaje que a veces los niños intentan de manera
inconsciente transmitir a sus padres sobre determinadas situaciones
conflictivas que necesitan resolver. Es evidente que por la insistencia del
niño a repetir la lectura, de algún modo el cuento ayuda a encontrarse con esos
conflictos de manera no angustiante y le
produce una sensación de alivio sobre cuestiones dolorosas.
En síntesis, contarles cuentos genera poder compartir una experiencia muy
significativa y una unión satisfactoria entre padres e hijos.
Cuando se produce el verdadero encuentro del
niño con un cuento es una experiencia sumamente visible. El niño se identifica
con los personajes y vivencia la experiencia al modo que un adulto podría
hacerlo al ver una buena película o al presenciar una lograda obra de teatro.
La ficción y la realidad se fusionan por un momento y es allí en donde se
produce el encuentro entre el lector y el oyente. Los relatos se convierten en
historias que se filtran con sus fantasías y los personajes son poseedores de
sentimientos que movilizan. Los ojitos
chispean y el mundo externo (la conexión con la realidad) y el interno
(sentimientos y sensaciones inconscientes) se confunden. Estas identificaciones
con los personajes llevan al niño en este “como si” (como también sucede en el
juego) a disfrutar desgracias y avatares. Goza sabiendo, por las experiencias
repetidas, que hasta las situaciones más adversas pueden tener final feliz y
que su deseo sobre el triunfo del bienestar es posible. ¿Será esa sensación la
que buscamos permanentemente? Encontrar personajes protectores, salvadores, que
nos guíen encontrando el camino, que sean justicieros, que nos perdonen los
malos actos, que nos den otra oportunidad, o que nos alerten y nos enseñen de
los peligros, las consecuencias de los malos actos, las desobediencias, el
ocio, la ambición desmedida, la envidia y la ira incontrolable, de manera no moralizante, entre tantas otras
cosas.
CREATIVIDAD, FANTASÍA, IMAGINACIÓN
La imaginación del niño corre a rienda suelta, se divierte, juega… el
niño espontáneamente inventa historias de su fantasía… crea. Tiene una gran
capacidad para ello, la que a veces de adulto se pierde… posee ese gran
potencial que los grandes podemos enriquecer y estimular. Creatividad e
imaginación nos sacan de la rigidez. Posibilitando la creatividad y
el fantaseo le tendemos un puente al niño para encauzar sus conflictos y
deseos, atemperar sus angustias e insatisfacción.
Los autores que opinan sobre el tema, afirman que, no hay descubrimiento
científico sin la función creadora de la imaginación. Desde el hombre de
ciencias hasta el artista, todos deben valerse de ella. La creatividad exige
ser curioso, descubrir problemas, hacer preguntas, opinar, emitir juicios
propios. El acto creativo transforma.
La fantasía del niño no está divorciada de la
realidad. El niño, a diferencia del adulto (que usa un pensamiento lógico),
tiene un pensamiento mágico. La fantasía suele carecer de sentido lógico, es decir,
coherencia con la realidad. Cuando el niño juega o se sumerge en las historias
de los cuentos, cree en sus personajes, comparte sus fracasos y victorias, vive
sus aventuras y experiencias. No obstante no confunde fantasía con realidad.
Sabe que el cuento es ficción.
"El espacio entre la vida real y los
sueños, lo ocupan los cuentos. Es el puente sobre el abismo. Eso lo saben los
niños”. (Mercedes Falconí)
EXPERIENCIA: TALLER
“RIENDA SUELTA A LA IMAGINACIÓN”
Mi
experiencia desde esta fundamentación ha ido creciendo en estos años aportándome,
de la mano de los niños, más argumentaciones que justifican la realización del
taller.
Una buena
selección de cuentos infantiles (lo que lo posibilita la formación específica
sobre esta temática, e implica el conocimiento y comprensión de las
problemáticas o conflictivas de la edad de los niños) y un gusto particular por
narrar y leer cuentos y la literatura infantil,
son los componentes fundamentales
para realizar esta experiencia.
Los niños
aprenden rápidamente que no se trata solo de escuchar cuentos, sino que también
pueden agregar comentarios, preguntar,
contar sus ocurrencias, hacer sus propias versiones, expresar sus sentimientos. El ámbito del
trabajo grupal es un espacio privilegiado para contribuir a la
vida del niño en su relación con los otros, distinto del ámbito familiar. Los
chicos no sólo tienen muchas preguntas, también tienen muchas respuestas.
Escucharlas es profundizar en sus fantasías.
Las actividades que se
realizan en el taller buscan llegar al objetivo planteado: facilitar que el
niño se sitúe en sus momentos críticos del crecimiento, que se encuentre con
las problemáticas típicas de su edad a través de relatos de la fantasía y la
imaginación.
Si bien narrar y leer
cuentos son actividades centrales en este proyecto, muchas otras son
importantes y realizan aportes enriquecedores a la tarea. Entre ellas, la
proyección de películas o la escucha de audios de cuentos, la escritura de
cuentos (cuando son muy pequeños el niño es el autor. El mismo dicta para que
el adulto realice el acto de escritura y le de forma de cuento) las
identificaciones con los personajes (mediante la actuación, la imitación, el
juego), la representación gráfica de personajes o escenas del cuento, la lectura
de cuentos por partes de los niños (si aún no leen, es riquísima la propuesta
de que “lean” a través de la imágenes y relaten el cuento) entre otras que
surgen de la misma propuesta de los pequeños protagonistas.
A veces sus cuentos no
empiezan con “Había una vez…” y parecen ser historias actuales. Al niño le
gusta hablar de sus miedos y sus propias fantasías. Seres extraños, chupadores,
devoradores, agresivos y monstruosos aparecen en sus relatos. De este modo
puede manifestar sus impulsos agresivos,
sus fantasías de destrucción, su
necesidad de que alguien lo rescate de esos sentimientos y tener así la
esperanza de poder sobrellevarlos y
vivir “feliz”. El cuento le ayuda a superar sus miedos, enfrentarse y hablar de
lo “monstruoso” en un ámbito que no es su propia realidad.
Fantasía que se puede
dejar correr… ¡“Rienda suelta a la imaginación”!
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
ARRIETA,
YOLANDA. “Los cuentos infantiles son claves para la educación” Extraído de la
página de internet “Educación en valores”
BARBERIS,
ALICIA, 2011 “Viaje hacia los cuentos. El arte de contar cuentos a los chicos”
Colihue. Buenos Aires, 2011
BETTELHEIM,
BRUNO. 1975 “Psicoanálisis de los cuentos de hadas” Crítica. Barcelona. 2007
CERIONI, MARIELA,
2009, 2010, 2011 Colección de cuentos
“Atrapando la imaginación” Jardín Soles, Río Cuarto, Argentina.
CHAKTOURA, JULIA.
2011. “Literatura infantil: motivaciones para la creatividad” Página Web.
www.teladerayon.com
FALCONÍ MERCEDES: "La literatura
infantil y la creatividad en el niño" Martha Sastrías [comp.] Caminos a la lectura. Diversas propuestas
para despertar y mantener la afición por la lectura en los niños México,
Ed. Pax, 1997, pp. 54-61.
RUR, ANDREA. 2009
“Los cuentos en la aventura de crecer. Arte y psicoanálisis” (Material del
curso dictado por Punto Seguido)
SERRONE, A. NADAL
M. TURTURRO, E. MERLO D. (1998) “Los cuentos de terror. Sus efectos en el
psiquismo infantil” Córdoba. Narvaja editor
SORIANO,
MARC. 2010 “La literatura para niños y jóvenes” Colihue. Buenos Aires, 2010
(1) En “Literatura infantil: motivaciones para la creatividad” pág. web Tela de Rayón.
(2)Así denominé al proyecto fundamentado en estos conceptos, que llevo a cabo con
niños de 3 y 4 años, desde el año 2009, en un jardín maternal privado de nuestra
cuidad.
(3) Extraída de “Actas de las Jornadas de
Creatividad y Psicoanálisis” (C.E.P. Córdoba, 1990) en Serrone y Otros, 1998
“Los cuentos de terror. Sus efectos en el psiquismo infantil”
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